De acuerdo con la UNESCO, la educación ambiental para niños tiene los siguientes objetivos:    Crear conciencia en los pequeños de los problemas ambientales y mostrarse sensibles ante ellos.   Fomentar el interés en la participación y mejora del medio ambiente.   Desarrollar la capacidad de los pequeños de informarse acerca de cosas que no saben del medio de les rodea   Ampliar los conocimientos del entorno próximo. Es responsabilidad tanto de los colegios como de los padres, fomentar la educación de los niños ayudándoles a comprender el medio ambiente y realizando actividades relativas a la Energía, Paisaje, Aire, Agua y Vida Silvestre.  

Uno de los aspectos más importantes en la educación de un niño es el respeto hacia la naturaleza, es decir, la educación ambiental. En realidad, la educación ambiental comienza cuando los niños son pequeños y dura toda la vida, ya que se trata de un proceso en el que cada día hay algo nuevo que aprender.

La educación ambiental para niños se refiere a aspectos como:

  • El desarrollo sostenible. Hay que asegurarse de que el uso de los recursos que hacemos en la actualidad no comprometa a las generaciones futuras.
  • El reciclaje. Como una forma de ahorro de energía y de dar una segunda vida a las cosas.
  • El conocimiento de la naturaleza. Conocer de cerca el medio natural ayuda a los niños a sensibilizarse respecto a su cuidado.

 

 

 

Vivir una experiencia en un entorno natural.

Si hacemos que los niños tengan contacto con la naturaleza desde bien pequeños como  pasear por la montaña o hacer camping, etc.  Tomarán conciencia de la necesidad de cuidar el entorno, de evitar contaminar y de cuidar los ríos, las plantas y los árboles.

Organizar visitas a granjas y a viveros.

Ver los animales de cerca e incluso convivir con ellos unos días puede ser una excelente forma de acercar a los niños a la naturaleza para que aprendan a cuidarla y respetarla. Otra buena forma de lograr ese objetivo es la visita a viveros, donde podrán apreciar la diversidad de la fauna y aprenderán a diferenciar unas especies de otras.

Llevar a cabo acciones de limpieza de zonas naturales.

Los entornos naturales se ensucian por la basura que tiramos, por lo que se pueden organizar acciones para limpiar zonas naturales como bosques o ríos. Es una forma de concienciar sobre la necesidad de no tirar basura y de mantener y respetar el entorno donde viven las plantas, los árboles y los animales.

Organizar debates sobre problemas medioambientales.

La reflexión sobre los problemas que nos rodean también es una buena forma de hacer pensar a los niños y que aprendan. Se puede plantear un asunto sencillo como la contaminación del agua y preguntar cómo piensan que se produce, cómo se podría solucionar y qué acciones llevan a cabo ellos cada día para no contaminar

Utilizar tres cubos en el aula para separar los residuos.

El reciclaje de los residuos que producimos es una de las primeras cosas que pueden aprender los niños tanto en casa como en el colegio. En el aula se pueden colocar tres cubos de colores según el tipo de residuo: uno azul para el papel, uno verde para los residuos orgánicos y uno amarillo para los envases.

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