¿Conoces el concepto de «atención a la diversidad»?
La atención a la diversidad engloba el conjunto de acciones educativas que en sentido amplio intentar prevenir y dar respuestas a las necesidades temporales y/o permanentes de todo el alumnado y, entre ellos, a los que requieren una actuación específica derivada de los factores personales o sociales relacionados con situaciones de desventaja.
La legislación educativa hace años que hace hincapié en las diferencias individuales de los alumnos y alumnas, como consideración inherente del ser humano. Se recoge aquí la diversidad, las culturas y la educación en valores como necesidades básicas que deben sustentar nuestras acciones educativas.
La atención a la diversidad es un derecho incluido dentro del concepto de inclusión. Y como todo, esto también ha pasado por etapas. En un primer momento de la historia era innegable la exclusión de toda aquella persona que se considerase diferente, “fuera de los normal”, lo que generaba en una no escolarización y derivaba en trabajo infantil. Más tarde llegó la segregación, junto con la educación paralela, que daba lugar a la escuela popular. No hace tanto como creemos, estábamos en punto de la historia en el que se empezaba a hablar del término “integración”, lo que originaba un proceso de comprensividad, coeducación, multiculturalidad e integración en el aula. Actualmente hemos avanzado de cara a la inclusión, lo que supone la aceptación de todo el alumnado, valorando sus diferencias independientemente de su clase social, género, etnia/cultura o discapacidad.
¿A qué nos referimos con «inclusión»?
La inclusión es un derecho que supone crear un contexto de aprendizaje inclusivo desarrollado desde el marco de un currículum común y, desde Taller de Educación, lo tenemos en cuenta como uno de nuestros valores principales.