Las emociones las podemos encontrar en cada aspecto de nuestras vidas y de nuestra convivencia. Saber controlarlas, gestionarlas y utilizarlas a través del fomento de la inteligencia emocional nos permitirá, afrontar nuestro día a día de un modo más eficiente.
Emoción, pensamiento y acción son los tres pilares más importantes que tenemos los seres humanos a la hora de relacionarnos con los demás.De ahí la importancia de profundizar en ese tipo de conocimiento para afrontar diferentes situaciones, para manejarse en la sociedad de un modo eficiente. Entonces ¿no es imprescindible que a los más pequeños se les empiece a enseñar el aprendizaje de la inteligencia emocional?
Un ejemplo, pensemos en esos niños con una capacidad deficiente para aceptar la frustración, niños que no respetan a sus iguales y que el día de mañana están condenados a una realidad donde la infelicidad va a ser la carga con el que van a tener que vivir, al ser incapaces de comprender a los demás.
El conocimiento, la comprensión y el control de las emociones son básicos para que nuestros hijos se desenvuelvan adecuadamente en sociedad. Es imprescindible que la familia desde bien pequeños intente enseñar los diferentes principios que a continuación les mostramos, ya que estos les ayudará a desarrollarse como personas y a una buena integración en la sociedad. Pero también es de vital importancia que estos principios se continúan en la escuela.