Cuando hablamos de metodologías activas que se ponen en práctica en el
aula, nos referimos a una serie de conjuntos de técnicas y estrategias didácticas
empleadas con un f in educativo, donde el/la estudiante debe ser el/la protagonista,
sentirse seguro/a y conectar su aprendizaje con la realidad próxima. Estas metodologías
se basan además en aspectos como la comunicación efectiva, la realización de
actividades significativas, la participación activa y la autonomía en el aprendizaje.
Existen múltiples estrategias activas e inclusivas que como docentes podemos
llevar a cabo en el aula, a continuación, se muestra una def inición breve de las más
populares actualmente:
• Trabajo por Proyectos: Se trata de plantear a los niños/as que se impliquen en
la ejecución de proyectos que respondan a sus intereses y que tengan sentido
para ellos. El ABP conecta el Curriculum con sus intereses y compromete al
alumnado con el contexto en el que viven. Cuando los estudiantes, como
constructores de su propio conocimiento, asocian los conceptos a aprender y les
dan nuevos signif icados a través de la estructura conceptual que ya tienen,
aparece un aprendizaje signif icativo, es decir, se basan en lo los conocimientos
adquiridos anteriormente. En el ABP, se llevan a cabo un conjunto de tareas
basadas en la resolución de preguntas o problemas a través de la implicación
del alumno o alumna en procesos de investigación de f orma autónoma que
culmina con un producto f inal presentado ante los demás.
• Aprendizaje Cooperativo: consiste en el empleo didáctico de grupos
reducidos de alumnas y alumnos, generalmente de estructura heterogénea con
relación a su rendimiento académico y a sus capacidades, de manera que se
asegure una colaboración equitativa y se potencie al máximo las interacciones
del alumnado. En el Aprendizaje Cooperativo, todas y todos los miembros del
equipo son necesarios y necesarias para que las actividades o tareas logren
desarrollarse exitosamente, lo que se denomina interdependencia positiva.
• Juego y gamificación: es una técnica que utiliza los recursos y la metodología
de f uncionamiento de los juegos para mejorar el aprendizaje, generar
habilidades y af ianzar conceptos o actitudes en dif erentes áreas. Además del
componente lúdico, se f omenta la motivación por el conocimiento, la
socialización entre iguales y la autonomía de cada uno, respetando además los
ritmos de aprendizaje. Para llevarlo a cabo, se pueden emplear todo tipo de
juegos lúdicos, como por ejemplo juegos de equilibrio y ritmo a mitad de la clase
para hacer descansos o plantear juegos que sirvan para repasar los contenidos
aprendidos.
• Aprendizaje vivencial: se trata de una metodología educativa que tiene como
f inalidad que el alumno/a aprenda a partir de la experiencia. Es decir, que los
estudiantes se enf renten a distintas situaciones a través de las cuales aprendan
los conceptos y contenidos curriculares. El objetivo es que los discentes utilicen
todos sus sentidos y su capacidad de razonamiento en una experiencia
educativa ligada a una situación real, involucrándolos de f orma activa para que
estudien e investiguen sobre un f enómeno o situación en particular.
• Aprendizaje-servicio: consiste en una metodología que combina el desarrollo
del currículum y el servicio comunitario. Tiene un especial compromiso social por
lo que llega a implicar a todo el alumnado para que colabore a la hora de dar
respuesta a problemas reales, de otros colectivos, cercanos a su realidad y a
hacerlo juntos en la diversidad.
Por último, no debemos olvidar que para que estas prácticas resulten inclusivas,
deben incorporar tres requisitos: personalización de la enseñanza, autonomía del
alumnado y estructuración cooperativa del aprendizaje. Tampoco existen estrategias
más inclusivas que otras, lo que determina que una estrategia sea inclusiva es el uso
que de esta hace el docente, el compromiso que muestre además de otras
circunstancias.